Seamos honestos, muchas marcas hoy se ven idénticas. Y no lo decimos con mala onda. De hecho, todo empieza con buenas intenciones: “Queremos vernos profesionales”, “necesitamos algo limpio”, “vamos a seguir lo que está de moda”. ¿El resultado? Logos minimalistas, tipografías genéricas, tonos pastel y una sensación de déjà vu constante en redes sociales.
El problema no es verse bonito, es verse igual. Y eso, en un mercado lleno de opciones, es casi lo mismo que no estar.
¿Cómo saber si tu marca se está perdiendo entre la multitud?
Hay señales claras que puedes detectar sin ser diseñador:
- Si quitas el logo, nadie sabe que es tu marca.
- Tu Instagram podría ser el de tu competencia… o el de tres más.
- Tu empaque se ve “correcto” en un render, pero desaparece en el anaquel.
- Con el último rediseño, perdiste lo que te hacía especial. Todo por “vernos más modernos”.
Y no, esto no es una exageración. Hoy, diferenciarse no es una opción creativa, es una necesidad comercial. Si todos se ven igual, ¿por qué te elegirían a ti?

Marcas que decidieron romper con lo común
Mira el caso de Liquid Death, una marca de agua que parece cerveza. Rompe todos los códigos visuales del rubro (adiós azul y blanco, hola calaveras y actitud rockera) y ha vendido millones. ¿Por qué? Porque se atrevió a ser distinta.
O Gü, una marca británica de postres que en lugar de verse “ligera y saludable”, se muestra oscura, intensa y provocadora. ¿El resultado? Se te antoja con solo verla.
Estas marcas entendieron algo clave: si quieres atención, primero tienes que atreverte a ser tú.
Marcas que decidieron romper con lo común
Mira el caso de Liquid Death, una marca de agua que parece cerveza. Rompe todos los códigos visuales del rubro (adiós azul y blanco, hola calaveras y actitud rockera) y ha vendido millones. ¿Por qué? Porque se atrevió a ser distinta.
O Gü, una marca británica de postres que en lugar de verse “ligera y saludable”, se muestra oscura, intensa y provocadora. ¿El resultado? Se te antoja con solo verla.
Estas marcas entendieron algo clave: si quieres atención, primero tienes que atreverte a ser tú.
¿Y cómo empiezo a diferenciarme?
No necesitas tener un equipo de diseño internacional. Solo necesitas claridad y valor. Aquí van algunas ideas para salir de lo común:
- Recuerda tu esencia: ¿Qué te hacía único al comenzar? A veces, la clave está en volver a lo básico.
- Cambia los colores: Si todos están usando beige y rosita, tal vez el verde o el morado profundo sean tu territorio.
- Explora otras letras: No todo tiene que ser “Sans serif” y cuadrado. Hay tipografías que transmiten carácter y emoción.
- Diseña para tu cliente, no para tu industria: A veces, lo que funciona para otros no conecta con tu gente. Encuentra tu propia voz visual.
En resumen: destacar es una decisión
No necesitas gritar para que te escuchen, pero sí necesitas tener algo que decir y una forma propia de decirlo. Si tu marca visualmente no dice nada distinto, estás dejando pasar oportunidades todos los días.
Así que, la próxima vez que revises tu logo, tus redes, etc. pregúntate:
¿Esto realmente representa quién soy? ¿O solo estoy siguiendo la corriente?
Porque si tu marca se ve igual que todas… tal vez ya no sea tu marca.
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